lunes, 4 de febrero de 2008

Señales de vida

Hace tiempo y más tiempo, una especie casera y menguada de eones legendarios, que este lugar donde esconderse, este rincón cuya existencia fue corta y medio intensa, yace abandonado. No sé ahora si intentar recuperarlo, con su propia personalidad y idiosincracia, con su secretismo y su agonía, ahora que mi vida, cambiante y tranquila como un lago de aparente calma y corrientes intensas, me ha llevado a una nueva situación.

El otro, como llamé en mi primer post al otro blog que protagonizaba por aquellos tiempos mi vida y mi pseudovida, yace agonizante desde hace un tiempo considerable y no encuentro la manera de resucitarlo. De darle vida. Tal vez pudiera con este, pero la verdad es que el secreto que en sí mismo esconde me asusta y acobarda.

Soy cobarde, lo sé y no tengo suficiente valor como para arrepentirme de ello. Así pues, aun no he decidido si resucitarlo y de momento solo me atrevo a decir, escondido des de mi rincón, que Sinónimo Anónimo sigue con vida.

¿Seguirá vivo el otro sinónimo?